Aborto farmacológico (píldora abortiva).

El aborto farmacológico, o la "píldora abortiva", suele realizarse en las primeras 10 semanas tomando dos tipos de píldoras diferentes. La primera es la mifepristona, que bloquea la progesterona provocando la eliminación de la mucosa uterina. Esto impide que el embrión permanezca implantado y siga creciendo. El segundo es el misoprostol, que suele tomarse entre 24 y 48 horas después de la mifepristona. Puede tomarse por vía oral o introducirse directamente en la vagina. Su función es estimular la contracción del útero, haciendo que el embrión salga por la vagina en forma de sangre y tejido.

Tiempo de recuperación y tratamiento tras el aborto.
Sea cual sea el tipo de aborto que elijas, es importante que te des unos días para asimilar los acontecimientos y descansar antes de volver a tu vida habitual. Es normal sentirse un poco cansada, física y emocionalmente. Dedicar algo de tiempo a ti misma, aunque sólo sea para quedarte más tiempo en la cama o darte un largo baño, te ayudará a aliviar la tensión. Si no eres capaz de procesar tu experiencia, te sugerimos que hables con alguien al respecto, ya sea un amigo, un terapeuta o, por qué no, incluso un grupo de apoyo. La interrupción del embarazo es un procedimiento complejo para muchas personas, así que intenta ser considerada contigo misma y trata tus emociones con amabilidad.

Desde el punto de vista físico, puedes experimentar hemorragias y calambres hasta tres semanas después del aborto, aunque la intensidad de las hemorragias y las molestias debería disminuir con el paso de los días. Los expertos también recomiendan no introducir nada en la vagina durante tres semanas para evitar posibles infecciones. Por tanto, si utilizas tampones, es mejor que los sustituyas por tampones externos.

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