Todo empezo como siempre, bajando a buscar tabaco y a repostar la black machine, pero como ya me conozco y se como suelen acabar mis escapadas al estanco, me pertrecho convenientemente, incluida la espaldera “tortuga ninja” junto a la de serie de la chaqueta, me calzo las esparteñas, me lio el casco a la cabeza y decido bajar a la M-40 para hacer un pequeño recorrido que alimente a la bateria.

En esto estaba cuando empeze a pensar en el resquemor que tenia conmigo mismo por no haberle echado bemoles y haberme escapado a Pinguinos, la verdad que me apetecia, pero 400 y pico kilometros para venir en el mismo dia y posiblemente mojado, me habia condicionado a no subir, asi es que miro hacia arriba, y pese a haber nubes no parecen muy cerradas, incluso el sol despunta un poquito entre ellas, con lo cual me empiezo a prolongar y me aproximo a Boadilla.
Se va de miedo, no hace frio y encaro hacia Brunete, el sol de nuevo se asoma un poquito y entre estas tranquilas carreteras del oeste de Madrid llego hasta Brunete, en direccion Villanueva de la Cañada. El recorrido es conocido al haberlo realizado en solitario y en compañía del Komando Centro por lo que me permite relajarme y disfrutar del olor a campo y a tierra humeda.

En la rotonda de turno miro el reloj y ya es las 13:30, claro es lo que tiene bajar a por tabaco al mediodia, que uno desayuna tarde y de hambre ni gota, asi es que me planteo ir direccion Quijorna o direccion El Escorial Valdemorillo.
Las primeras nubes feas empiezan a asomar, sobre todo las que provienen de Quijorna , por lo que me encamino hacia el Escorial, lo cual me permite un tranquilo y bonito recorrido por carreteras practicamente despobladas.

La carretera ya demuestra que por alli ya han pasado las nubes y que han descargado a placer, lo que me obliga a moderar mas aun si cabe la prudente velocidad que normalmente llevo, eso y los 14000 km de los neumaticos que empiezan a evidenciar que no estan para mucho agua.

Paso Valdemorillo y me propongo como limite llegar a la rotonda que dirige hacia el Escorial, pero claro uno siempre quiere mas, y mas , y mas, y confiado en que la nube ya paso por alli continuo hacia El Escorial con intencion de subir a Guadarrama, momento en que empieza un ligero goteo no preocupante, por lo  que ignorando la indicacion de Madrid- Galapagar, subo por Guadarrama, y es cuando corono el puerto cuando me doy cuenta que vuelva por donde vuelva, me va a caer la del pulpo en forma de liquido elemento.

Me dispongo a iniciar el descenso del puerto junto a  otro descerebrado como yo, a lomos de una GS 1200 el cual me mira con la misma cara que debo de tener en ese momento y nos decimos por medio de gruñidos a traves del casco lo jilipuertas que estamos por tentar la suerte. Descendemos prudentemente bajo una finisima pero persistente lluvia, cuando yo me decido por retornar a casa por la AP-6, acojiendome a la seguridad y rapidez antes que volver por carreteras secundarias.

Una vez en la autovia parece que aclara y deja de lloviznear, pero a unos 40 kms de Madrid se desploma el cielo de golpe, cayendo unos goterones en forma de diluvio que retumban en mi casco como metralla. Continuo en esas condiciones unos kilometros decidiendo no detenerme ya que no da la impresión que vaya a escampar, cuando sucede lo que anunciaban los paneles informativos, retenciones de casi parado ante la chupa de agua que caia, lo que difculta mas el retorno y la conduccion entre las latas practicamente paradas, jugando a cambiar de carril constante y nerviosamente sin mirar pese a las condiciones en las que estabamos, me cago en sus,,,,,.

Para colmo empiezo a notar la desagradable sensacion de humedad a la altura de mis partes nobles, que me indica que el jodio pantalon del Lidl, a la altura de la “merienda” hace aguas!!!! Y no, no era yo con incontinencia urinaria, si no que la cutrada de pantalon no debe de llevar termosellada las costuras y entra el agua como si fuese un sumidero, manteniendo mis partes ,humedas como pescado expuesto en la lonja.
Tras padecer estas condiciones y humedades logro finalmente llegar al tunel de secado de Calle 30, donde aprovecho para despatarrarme e intentar secar en la medida de lo posible la zona afectada por la averia.

En fin una pequeña escapada, que se salda con unos 140 kms y unas humedades propias de nave industrial sin aislamiento, eso si, he logrado quitarme en parte el ansia viva de dar un paseo motero, con la moraleja aprendida de que en dias asi, hay que tener tabaco en casa de sobra para pasar el finde si hace falta, y con que lo barato (pantalon del lidl) es barato por algo, y comprarlo se llama tirar el dinero, pese a su buen aspecto y que cumple sus funciones en cuanto al frio, no lo hace en cuanto a lluvia, no viendo normal que se cale  de esa manera a los cinco minutos.

Salud2
Fer